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19/10/2022

Los desafíos de la agenda ESG en las empresas

Los desafíos de la agenda ESG en las empresas

La preocupación por la escasez de recursos naturales comenzó a ser discutida en el ambiente empresarial en 1970, pero fue en los 1990 que las organizaciones incrementaron sus inversiones en innovación. En este escenario, llegamos al 2022 con la agenda ESG, término que recientemente tomó el lugar de la preocupación ambiental de las empresas, ampliando la mirada a lo social y la gobernanza.

Creyendo que centrarse en ESG no solo mejora el desempeño financiero de las empresas, sino que también fortalece la propuesta de valor de los empleados y atrae clientes leales, el informe CEO Outlook 2022, de KPMG mostró que el 62% de los CEO encuestados dijeron que tienen la intención de invertir al menos el 6% de los ingresos. en programas que permitan a sus organizaciones ser más sostenibles.

Según el artículo publicado en septiembre de este año “The CEO's Dilemma: Building Resilience in Times of Uncertainty” del Boston Consulting Group, la crisis climática y los desafíos actuales están impulsando a las empresas a adoptar estrategias y compromisos ESG ambiciosos. Las instituciones enfocadas en las personas, la cultura y las nuevas formas de trabajar han tenido un mejor desempeño. Llamadas “fortaleza”, exploran nuevos modelos de negocio a través de la innovación, la transformación digital y la sostenibilidad.

Los retos

Transformar el discurso en práctica y hacer de la agenda ESG una realidad concreta e integral en el mundo corporativo nacional es el gran desafío de las empresas. Así lo demuestra el inédito estudio realizado por el FSB Research Institute para Beon, que reveló que, aunque el 80% de los ejecutivos hayan dicho que importantes temas sociales están presentes en su estrategia de negocios, sólo el 22% gestiona y monitorea sus temas ESG relevantes. Cuando hablamos de madurez en la gestión de la sustentabilidad, el 60% de las empresas entrevistadas admitió no contar con una estrategia al respecto, demostrando que aún queda mucho por evolucionar.

En respuesta, se ha demostrado que la innovación es la clave para apoyar estas necesidades de desarrollo y los cambios de paradigma y cultura en las organizaciones. Pero, para lograr sus objetivos, la innovación debe estar bien planificada.

Comprobando el potencial de crecimiento que proporciona el “match” entre innovación y sostenibilidad, un número cada vez mayor de startups –cuyo núcleo está relacionado con la innovación– han añadido valor a sus propuestas, llevando sus objetivos más allá del beneficio, es decir, la preocupación por el desarrollo sostenible de el planeta y la sociedad.

La innovación como estrategia

Para lograr sus objetivos, la innovación debe estar bien planificada. Medir el impacto que promueve es una de las formas de evaluar su potencial. Con eso en mente, los profesores de la Fundação Dom Cabral, Fabian Salum y Karina Coleta, idearon una metodología basada en evidencias y criterios rigurosos para evaluar y reconocer el impacto socioambiental de las nuevas empresas en América Latina.

La iniciativa basada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nació en 2019 y generó el Sello iImpact, que reconoce anualmente a las startups alineadas con la solución o mitigación de problemas socioambientales .

Fomentando un ecosistema que involucra a diferentes actores -startups, grandes empresas, altos ejecutivos, académicos, ONG y otras iniciativas de la sociedad civil-, la iniciativa no solo contribuye a garantizar un futuro sostenible, sino que también califica a las empresas para inversiones globales, actuando precisamente en el punto de equilibrio entre la sostenibilidad y las ganancias.